Métodos Prácticos de Captura de Carbono
Una jaula de abeja gigante atrapando el veneno invisible del aire, o una red de araña atrapando sus propias historias de carbono en hilos minúsculos, son metáforas torpes para entender métodos prácticos de captura de carbono que desafían la lógica convencional. Los bosques de algas en mares inhabitados, por ejemplo, se asemejan a mares de cristal líquido que absorben y switchean CO₂ con una precisión quirúrgica, pero en la vida real, se experimenta con macroalgas en entornos controlados que actúan como sumideros naturales y biológicos más complejos que un reloj de arena invertido. La estrategia de colocar enormes bioreactores flotantes en zonas oceánicas, semejante a cocinas volcánicas en miniatura, resulta en una efervescencia de soluciones químicas capaces de transformar gases en sólidos útiles o inertes, como si de alquimia moderna se tratase, y funcionan como frailecillos en un acantilado de ciencia: sobre la piedra angular, sostenidos por un mosaic de perspectivas y tecnologías emergentes.